El odontólogo realiza habitualmente un examen oral durante el curso de un examen inicial completo y las visitas regulares. Un examen para el cáncer oral se refiere a la identificación y gestión de enfermedades relacionadas con la región maxilofacial y oral.
El tejido blando de la boca normalmente está recubierto de mucosa, que es un tipo especial de piel que debe parecer de textura suave y de color rosado. Toda alteración en el color o textura de la mucosa puede señalar el comienzo de un proceso patológico. Estos cambios pueden ocurrir en el rostro, cuello y áreas de la boca (por ej., encías, lengua, labios, etc.). El más grave de estos cambios patológicos (que pueden o no ser dolorosos) es el cáncer oral, pero también pueden existir otros problemas patológicos comunes.
Lengua geográfica: también conocida como glositis migratoria benigna o eritema migrans, es una afección donde la lengua no tiene papilas (pequeños quistes) en diferentes áreas, y puede desarrollarse un aspecto similar al de un mapa. Esta afección usualmente se presenta con áreas rojas bien definidas o en los lados de la lengua. Los parches rojos (que pueden parecer una erupción leve) pueden aparecer y desaparecer desde horas hasta meses y causar una mayor sensibilidad a ciertas sustancias.
Quiste del paladar medio: este quiste tiene origen de desarrollo y es esencialmente un saco de piel relleno de fluido. Usualmente aparece en el medio del paladar y puede causar un malestar sustancial.
Lengua vellosa: crecimiento de bacteria o infección de hongos en la boca que puede causar que la lengua parezca vellosa y negra. Esta afección es usualmente el resultado de una mala higiene dental, el uso crónico o extensivo de antibióticos o tratamientos de radiación en la cabeza o cuello. También se observa con frecuencia en pacientes con VIH positivo y usuarios de drogas intravenosas. La lengua vellosa puede o no requerir tratamiento.
Tratamiento de enfermedades patológicas
En la mayoría de los casos, los cambios patológicos experimentados en la región oral son incómodos y desfigurantes, pero no amenazan la vida. Sin embargo, el cáncer oral está en aumento (especialmente entre los hombres) y las probabilidades de supervivencia son de alrededor del 80 % si se realiza un diagnóstico inmediato.
Cáncer oral es un término general usado al referirse a cualquier tipo de cáncer que afecta la lengua, mandíbula y el área inferior de las mejillas. Como es imposible para el odontólogo diagnosticar definitivamente una enfermedad patológica sin tomar una biopsia del área afectada, obtener tratamiento inmediato cuando se observan los cambios por primera vez puede ser una decisión de vida o muerte. Para problemas menos serios, hay varias opciones disponibles, tales como:
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Antibióticos: en caso de una infección bacteriana o irritación persistente, el odontólogo puede indicar una dosis de antibióticos para volver la mucosa a su estado natural. Esto aliviará la inflamación y el malestar.
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Peróxido de hidrógeno diluido: cuando una mala higiene oral causa cambios al tejido suave, el odontólogo puede indicar un enjuague bucal con peróxido de hidrógeno diluido. Esto matará más bacterias que un enjuague bucal regular y mejorará la halitosis (mal aliento).
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Cirugía oral: si el paciente tiene quistes o crecimientos anormales no cancerosos, el odontólogo puede decidir removerlos por completo. Esto puede mejorar los niveles de confort, aliviar los problemas respiratorios y facilitar sustancialmente el habla según la ubicación del quiste.
Examen oral
Durante el curso de una revisión regular, el odontólogo inspecciona detalladamente el tejido suave de la boca y observa seriamente los cambios. Si hay cambios celulares presentes, el odontólogo tomará una biopsia del área afectada y la enviará para su análisis por especialistas de laboratorio. Cuando se obtienen resultados definitivos, el odontólogo puede decidir el mejor curso de tratamiento.
Prueba de detección de cáncer oral
Una prueba de detección de cáncer oral se realiza habitualmente durante un examen completo o de rutina (comprobación). La prueba de detección es indolora y solo toma unos pocos minutos. El odontólogo o higienista usa una luz láser para evaluar el tejido blando para detectar cambios celulares que podrían indicar cáncer oral. Si se detectan tales cambios celulares, se tomará una pequeña biopsia y se enviará a un laboratorio para su revisión. Si la biopsia indica la presencia de cáncer oral, en general se realiza una escisión (extracción).
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