En casos poco frecuentes, el tratamiento de conducto no resulta como se esperaba. Podría suceder que el diente que recibió tratamiento no se cure correctamente o que el paciente sufra complicaciones postquirúrgicas que pongan en peligro al diente. La repetición del tratamiento de conducto implica quitar la corona previa y el material de relleno, el limpiador del conducto radicular, y volver a colocar el relleno y una nueva corona en el diente. En resumen, la repetición del tratamiento de conducto es un procedimiento casi idéntico al original, salvo por la eliminación de estructuras. El índice de éxito de la repetición del tratamiento de conducto gira en torno al 75 %.
Para la mayoría de las personas, el tratamiento de conducto y la repetición del mismo son una mejor opción que una extracción. Si un diente tiene buen apoyo óseo, una superficie sólida y encías saludables debajo, tiene buenas posibilidades de que se lo pueda salvar. Optar por la repetición del tratamiento de conducto puede ser mucho menos costoso que otras alternativas. Los implantes dentales, los puentes amplios y la creación de una prótesis dental agradable estéticamente son opciones mucho más costosas que trabajar con el diente natural. Además, exigen cierto grado de mantenimiento y se sienten menos naturales que un diente “real”.
¿Por qué puede ser necesario repetir un tratamiento de conducto?
Aunque la posibilidad de otra cirugía de endodoncia pueda no ser agradable, la repetición del tratamiento de conducto es bastante simple. En general, todo el tratamiento se puede realizar en 1, 2 o 3 visitas al consultorio.
Existen varios motivos por los cuales un tratamiento de conducto pueda fallar inesperadamente, entre ellos:
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La corona se partió y permite que se filtre el material de relleno.
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Hay conductos estrechos o curvados que no recibieron tratamiento durante el procedimiento original.
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Hubo una demora en la colocación de los dispositivos de restauración luego de realizar el procedimiento.
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Apareció una nueva caries en el diente.
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Se produjo una nueva fractura en el diente tratado.
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Ingresó saliva en la estructura de restauración.
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No se detectaron las estructuras complejas de los conductos.
¿Qué implica la repetición del tratamiento de conducto?
El día en que se repita el procedimiento, se aplicará anestesia local, salvo que se haya optado por otro tipo de anestesia. Se utilizará un dique de goma para aislar el diente afectado. El dique protegerá al diente de bacterias y saliva durante el tratamiento. Lo que pueda lograr el odontólogo en una sola consulta dependerá en gran medida del tamaño de la inflamación presente y de la complejidad del tratamiento.
El primer paso para repetir un tratamiento de conducto es tener acceso a la parte interna del diente. Si se colocaron un perno y una corona, habrá que quitarlos
A continuación, se quitarán los materiales de relleno y las obstrucciones que bloqueen los conductos radiculares. Esa tarea se realizará con un torno ultrasónico. Esta herramienta tiene la ventaja de que cualquier material no deseado se libera mediante vibraciones. Luego, se utilizarán instrumentos diminutos para limpiar los conductos radiculares y volver a darles forma. Pueden tomarse radiografías para verificar que las raíces estén totalmente limpias. Si esta parte del tratamiento resulta compleja, se aplicarán materiales de relleno con medicamentos y el resto del procedimiento de limpieza se hará durante la siguiente visita al consultorio.
Cuando el odontólogo esté seguro de que los conductos radiculares están completamente limpios, utilizará gutapercha para llenar el espacio. Este material gomoso sella los conductos para evitar invasiones bacterianas. Por último, se colocará una corona o un empaste temporarios en el diente. Más adelante, se colocará la corona permanente de color idéntico a los demás dientes.
Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de la repetición del tratamiento de conducto, consulte a su odontólogo.