Los tratamientos periodontales dependen del tipo y la gravedad de la enfermedad. El odontólogo y el higienista dental evaluarán la enfermedad periodontal y recomendarán el tratamiento adecuado.
Las enfermedades periodontales avanzan a medida que el surco (bolsa o espacio) entre el diente y la encía se llena de bacterias, placa y sarro, e irritan los tejidos que lo rodean. Cuando esos elementos irritantes se quedan en el espacio de la bolsa, pueden dañar las encías y, con el tiempo, el hueso donde se apoyan los dientes.
Si la enfermedad se detecta en las primeras etapas de la gingivitis y no se ha producido ningún daño, se recomienda realizarse una o dos limpiezas de rutina. Además, recibirá instrucciones para mejorar su higiene bucal diaria y para que se le realicen limpiezas dentales de rutina.
Si la enfermedad pasó a una etapa más avanzada, se recomienda realizar una limpieza periodontal especial denominada eliminación del sarro y alisado radicular (limpieza profunda). Esto suele realizarse de a un cuadrante de la boca a la vez, con la zona anestesiada. Durante este procedimiento se eliminan el sarro, la placa y las toxinas ubicados por arriba y por debajo de la línea de la encía (eliminación del sarro) y se suavizan los puntos ásperos en las superficies radiculares (alisado). El procedimiento ayuda a sanar el tejido de la encía y a disminuir las bolsas. Es posible que se recomienden medicamentos, enjuagues bucales especiales medicados y cepillos de dientes eléctricos que ayuden a controlar la infección y a curar la boca.
Si después de realizarse una eliminación del sarro y alisado radicular las bolsas no sanan, podría ser necesaria una cirugía periodontal para reducir la profundidad de la bolsa, lo que facilitará la limpieza de los dientes. También es posible que el odontólogo le recomiende ver a un periodoncista (un especialista en encías y huesos de apoyo).