Muchos niños son ambivalentes respecto del uso de aparatos. Por un lado, les agrada la idea de tener dientes perfectos, pero por el otro, los inquieta que los aparatos puedan causarles dolor y molestias. La buena noticia es que la colocación de aparatos de ortodoncia es completamente indolora, y el resultado final será una sonrisa perfecta.
Si bien los pacientes de todas las edades pueden beneficiarse de los aparatos de ortodoncia, tienden a funcionar más rápidamente en los preadolescentes y adolescentes, ya que ellos aún tienen mandíbulas en crecimiento. La Asociación Estadounidense de Ortodoncistas (AAO, por sus siglas en inglés) recomienda que los niños consulten por primera vez a un ortodoncista aproximadamente a los siete años de edad. Un examen de ortodoncia puede aportar beneficios antes de los siete años si se observan irregularidades faciales o bucales.
¿Qué provoca la desalineación de los dientes?
Los dientes desalineados a menudo provocan problemas al hablar, morder y masticar. La mayoría de las irregularidades son genéticas o se producen como resultado de problemas de desarrollo. Por otro lado, algunas irregularidades se adquieren o se exacerban en gran medida debido a determinados hábitos y conductas tales como:
¿Qué implica la colocación de aparatos en los niños?
En primer lugar, el ortodoncista realiza un examen visual de los dientes del niño. Este examen irá acompañado de radiografías panorámicas, modelos de estudio (impresiones de la mordida) e imágenes de la cabeza y el cuello generadas por computadora. Estas evaluaciones preliminares algunas veces se conocen como “fase de planificación”, ya que ayudan al ortodoncista a realizar un diagnóstico y a planificar el tratamiento más eficaz.
En muchos casos, el ortodoncista recomendará aparatos “fijos” para los niños. Los aparatos fijos no pueden perderse, olvidarse o quitarse a voluntad, lo cual significa que el tratamiento se completa más rápidamente. Los aparatos removibles también constituyen una opción, son menos molestos y generalmente se utilizan para tratar distintos tipos de defectos.
A continuación se ofrece una descripción general de algunos de los principales tipos de aparatos de ortodoncia que se utilizan en los niños:
Aparatos fijos: los aparatos se componen de brackets que se pegan en cada una de las piezas dentales y de un arco de metal que los conecta. Los brackets generalmente son de metal, cerámica o un material sintético transparente que es menos visible. Una vez colocados los aparatos, el niño deberá asistir a consultas periódicas para que el ortodoncista ajuste los aparatos. Las bandas elásticas de ortodoncia a menudo se incorporan a los aparatos para ayudar al movimiento de dientes específicos.
Arco extraoral: este tipo de aparato resulta más útil para tratar irregularidades de desarrollo. El arco extraoral es un aparato fabricado a medida que se conecta a un alambre que permite el movimiento de los dientes. El arco extraoral debe utilizarse entre 12 y 20 horas por día y de acuerdo a las recomendaciones para lograr el resultado deseado.
Retenedores: los retenedores generalmente se utilizan en la tercera fase (fase de retención). Una vez que se ha tratado la oclusión dental defectuosa de base mediante los aparatos, es fundamental que los dientes no retornen a la posición desalineada original. Utilizar un retenedor asegura que los dientes mantengan una alineación correcta y le ofrece al maxilar que rodea los dientes la posibilidad de estabilizarse.
Si tiene alguna pregunta acerca de los aparatos de ortodoncia para los niños, comuníquese con nuestro consultorio.