El embarazo es un momento emocionante. También es una época crucialmente importante para la salud bucal y general del niño por nacer. El período “perinatal” comienza entre las 20 y 28 semanas del embarazo y finaliza entre 1 y 4 semanas después del nacimiento del bebé. Con tantas cosas que hacer para prepararse para la llegada de su hijo, un control odontológico suele ocupar el último lugar en los pensamientos de la embarazada.
Sin embargo, los estudios señalan que existe una relación entre las enfermedades periodontales maternas (enfermedades de las encías) y los bebés prematuros, los bebés con poco peso al nacer, la preeclampsia materna y la diabetes gestacional. Por lo tanto, es primordial que las madres mantengan una excelente salud bucal durante todo el embarazo.
¿Por qué son importantes los controles dentales perinatales?
Las bacterias cariogénicas de la madre están vinculadas con un amplio abanico de situaciones negativas para los lactantes y los niños pequeños. Por ese motivo, la Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica (AAPD, por su sigla en inglés) aconseja a las embarazadas realizarse controles dentales y recibir asesoramiento con regularidad, para la prevención, intervención y tratamiento de enfermedades.
A continuación encontrará algunos consejos para el cuidado oral perinatal de las embarazadas:
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Cepillado e hilo dental: asegúrese de utilizar al menos dos veces al día una pasta de dientes con flúor aprobada por la ADA, y de utilizar al menos una vez al día hilo dental para eliminar las bacterias perjudiciales de la boca. Además, se debería utilizar a diario un enjuague bucal sin alcohol.
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Goma de mascar: está comprobado que el Xilitol, una sustancia natural, reduce la aparición de caries en lactantes y bebés mayores cuando las embarazadas masticaron dicha sustancia entre 3 y 5 veces al día. Cuando elija una goma de mascar, controle que tenga “xilitol”; no existe otro sustituto del azúcar que haya demostrado resultados benéficos en estudios clínicos.
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Evaluación de la dieta: mantener una alimentación nutritiva y balanceada siempre es importante, pero mucho más durante el embarazo. Escriba un diario de lo que come y busque la manera de recortar el consumo de dulces y alimentos con fécula. El azúcar y el almidón son una fuente de alimento para las bacterias de la boca y además elevan el riesgo de que aparezcan caries.
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Consulte al odontólogo periódicamente: si se lo ve con regularidad, el odontólogo puede reforzar los esfuerzos domésticos para prevenir enfermedades y brindar excelentes consejos. El odontólogo también puede revisar en qué condición general se encuentran los dientes y ofrecerle estrategias para reducir la cantidad de bacterias en la boca.
¿Cómo puedo cuidar las encías y los dientes de mi bebé?
Muchos padres no se dan cuenta que pueden transmitir a sus hijos bacterias cariogénicas (es decir, que causan caries). Esto puede ocurrir cuando se comparten cubiertos y cuando los padres “limpian” el chupete con su boca. Los padres deben utilizar distintos cubiertos que los que usan para darle de comer a sus bebés y lavar los chupetes con agua tibia en lugar de succionarlos.
Además, los padres deben seguir las pautas que aparecen a continuación para mejorar la salud bucal de sus hijos lactantes:
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Cepillado: cepille los dientes suavemente dos veces al día con un cepillo de cerdas blandas y una pequeñísima cantidad de pasta dental sin flúor aprobada por la ADA (para niños menores a dos años).
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Hilo dental: las caries pueden aparecer en cuanto el bebé tenga dos dientes contiguos. Pídale asesoramiento al odontólogo pediátrico sobre la mejor manera de utilizar el hilo dental en los dientes del bebé.
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Chupetes: los chupetes sirven para calmar a los bebés pequeños. Si decide comprar un chupete, elija un modelo ortodrómicamente correcto (pregúntele al odontólogo pediátrico cuál recomienda). No humedezca el chupete con miel ni otra sustancia dulce.
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Vasos: los biberones y los vasitos entrenadores son culpables en gran medida de las caries que sufren los lactantes y los niños pequeños. Ambos permiten que ingrese en la boca una y otra vez una pequeña cantidad de líquido. Como consecuencia, siempre hay líquidos dulces (leche, gaseosa, jugo, fórmula, leche materna o agua endulzada) en la boca del bebé, lo que fomenta el crecimiento de bacterias y acelera la aparición de caries. Ofrezca únicamente agua en los vasitos entrenadores y deje de utilizarlos cuando el niño cumpla un año.
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Visite al odontólogo pediátrico: cerca del año de edad, el bebé debe asistir a una consulta con el odontólogo pediátrico para un examen de rutina. El odontólogo pediátrico examinará el desarrollo de los dientes y la mandíbula y proporcionará estrategias para el futuro cuidado bucal.
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Limpieza de encías: el bebé corre el riesgo de que le aparezcan caries desde que le corta el primer diente. En el caso de bebés pequeños, límpieles las encías con un paño húmedo después de cada vez que los alimente. Eso reduce la cantidad de bacterias en la boca y el riesgo de que se produzcan caries.
Si tiene más preguntas sobre la salud oral perinatal o infantil, comuníquese con su odontólogo pediátrico.