El bruxismo se refiere a una actividad oral parafuncional que se produce en la mayoría de los seres humanos en algún momento de sus vidas. Rechinar los dientes y apretar la mandíbula son las dos características principales de esta afección, la cual puede ocurrir durante el día o la noche.
El bruxismo es uno de los trastornos del sueño más frecuentes, que provoca el mayor daño durante las horas de sueño. El hábito de apretar y rechinar que acompaña al bruxismo constituye un síntoma de un mal funcionamiento del reflejo de la masticación, el cual se apaga durante el sueño en las personas que no padecen esta afección. Para quienes sí la padecen, el sueño profundo o incluso las siestas pueden provocar que se apague el centro de control cerebral de los nervios encargados de los reflejos y se activen las vías del acto reflejo.
Generalmente, los incisivos y los caninos (los 6 dientes frontales superiores e inferiores) de los arcos opuestos rechinan unos contra otros de forma lateral. Esta acción lateral ejerce una presión exagerada sobre los músculos pterigoideos internos y las articulaciones temporomandibulares. Los síntomas más frecuentes del bruxismo incluyen dolor de oído, depresión, dolor de cabeza, trastornos alimentarios y ansiedad; estos síntomas también acompañan problemas de salud tales como estrés crónico, enfermedad de Alzheimer y consumo excesivo de alcohol.
Con frecuencia, el bruxismo no recibe un diagnóstico apropiado o se pasa completamente por alto debido a que constituye una de muchas causas posibles de desgaste dental. Solo un profesional capacitado puede notar la diferencia entre el desgaste por bruxismo y el desgaste provocado por un cepillado excesivamente agresivo, gaseosas ácidas y alimentos abrasivos.
El BiteStrip® es un dispositivo económico que se utiliza para diagnosticar el bruxismo en casa. El dispositivo es un pequeño electromiógrafo que detecta y monitorea la actividad de los músculos de la mandíbula durante el sueño. Luego puede evaluarse la frecuencia y gravedad de la afección e idear el mejor plan de tratamiento.
Motivos para tratar el bruxismo
Estos son algunos de los principales motivos de por qué el bruxismo debe tratarse de forma inmediata:
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Recesión de las encías y pérdida de piezas dentales: el bruxismo es una de las principales causas de recesión de las encías y pérdida de piezas dentales. Esta afección daña el tejido blando de forma directa y genera pérdida de piezas dentales y bolsas amplias donde pueden colonizar las y destruir el hueso de soporte.
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Trauma oclusal: los patrones de desgaste anormales en las superficies oclusales (de la masticación) pueden provocar fracturas en los dientes, las cuales pueden requerir tratamientos de restauración.
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Artritis: en casos graves y crónicos, el bruxismo eventualmente puede provocar artritis dolorosa en las articulaciones temporomandibulares (ATM) (las articulaciones que permiten abrir la mandíbula sin problemas).
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Dolor miofascial: el rechinamiento asociado con el bruxismo con el tiempo puede acortar y desafilar los dientes. Esto puede provocar dolores de cabeza y dolores musculares debilitantes en la región miofascial.
Opciones terapéuticas para el bruxismo
No existe una sola cura para el bruxismo, si bien hay distintos dispositivos y herramientas que resultan de utilidad. Estas son algunas formas frecuentes de tratar el bruxismo:
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Férulas dentales: puede diseñarse una férula dental de acrílico a partir de impresiones dentales para minimizar la acción abrasiva de las superficies dentales durante el sueño normal. Las férulas dentales deben utilizarse a largo plazo para estabilizar la oclusión y evitar el daño a los dientes y a la articulación temporomandibular.
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Dispositivo NTI-tss: este dispositivo lo coloca un profesional de la salud y solo cubre los dientes frontales. El objetivo del NTI-tss es evitar el rechinamiento de los molares posteriores al limitar la contracción del músculo temporal.
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Botox®: el Botox® puede inyectarse en los músculos para relajarlos y debilitarlos. El Botox® es un excelente tratamiento para el bruxismo, ya que debilita los músculos lo suficiente como para evitar el rechinamiento, pero no demasiado como para interferir con las funciones cotidianas tales como masticar y hablar.
Otros métodos terapéuticos incluyen ejercicios de relajación, educación para el control del estrés y mecanismos de retroalimentación biológica. Cuando el bruxismo se encuentra bajo control, existe una variedad de procedimientos odontológicos tales como coronas, injertos periodontales y alargamiento de coronas que pueden devolverle una apariencia estética agradable a la sonrisa.
Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca del bruxismo, consulte a su odontólogo.